Nunca es tarde para aprender ruso
¡Hey! ¿Que tal?
Fue ver esta historia y pensar, vaya, esto tienen que saberlo mis lectores. Pues aquí estoy hoy, dispuesto a compartir con vosotros esta fabulosa historia de cómo Mary Hobson a la edad de 56 años aprendió ruso.
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Russia Beyond The Headlines le hizo una entrevista en inglés que os traduciré para vosotros.
RBTH: Aprender ruso es difícil a cualquier edad, y tu tenías 56. ¿Cómo te surgió la idea de aprender ruso?
Mary Hobson: Pues yo me encontraba en medio de una operación de pié y tuve que permanecer en el hospital durante 2 semanas. Mi hija Emma me trajo una traducción del libro Guerra y Paz y me dijo que no tendría una mejor oportunidad para leerlo.
Yo hasta entonces nunca había leído literatura rusa, me quedé completamente enganchada. Lo devoré. En el libro no venía el mapa de la Batalla de Borodino, y me puse a hacer mapas intentando comprender qué estaba pasando. La mejor novela jamás escrita. Tolstoy crea un nuevo universo, y mientras lo vas leyendo, te lo vas creyendo.
Me levanté en el hospital tres días después de terminarlo y de repente me di cuenta: No he leído nada en absoluto, he leído una traducción. Tendré que aprender ruso.
RBTH: ¿Acabaste leyendo Guerra y Paz en su idioma original?
Mary Hobson: Si, fué la primer cosa que leí en ruso. Me compré un gran diccionario y me tiré a la piscina. Tardé dos años. Lo leí como un poema, una frase cada vez. Aprendí muchísimo.
RBTH: ¿Recuerdas tus primeros pasos en el aprendizaje del ruso?
Mary Hobson: Tenía un plan para estudiar ruso por las tardes, pero mi amigo ruso me dijo: “No lo hagas, yo te enseñaré.” Nos sentamos en el jardín y me ayudó a memorizar el cirílico. Tenía 56 años por entonces, y encontraba muy cansado leer en cirílico. No podía hacerlo por las tardes porque simplemente no me dejaba dormir. Y la gramática rusa es fascinante.
RBTH: Te convertiste en una total estudiante a tus sesenta. ¿Cómo te sentiste estando junto a jóvenes estudiantes?
Mary Hobson: Primero tengo que explicar porque no tenía ninguna carrera antes de los 50. Mi marido tenía una enfermedad muy grave, un absceso cerebral, y se quedó discapacitado. Yo cuidaba de él. Y tuvimos cuatro hijos. Después de 28 años yo ya no podía más, tuve caídas y depresiones. Finalmente me di cuenta de que tenía que irme. De otro modo, me hubiera hundido con él. Había una vida ahí fuera que yo no había vivido. Era el momento de marcharse y vivir.
Lo dejé. Estuve durante 3 años sola en un limbo de culpabilidad y depresión. Entonces cogí el teléfono y llamé al número de mi amigo que me dió hace tiempo, de la School of Slavonic and East European Studies, London University. ¿Aceptáis estudiantes maduros? Pregunté. ¿De 62? Lo hicieron.
Cuando finalmente llegó el primer día de clase, estaba aterrada. Di varias vueltas a la plaza Russell antes de entrar. La única cosa que me motivó a hacerlo fue que se me ofreció una plaza y si no hubiera ido los niños sentirían vergüenza hacia mi. Mis compañeros de clase estaban un poco sorprendidos de primeras pero entonces nos encontramos pronto escribiendo lo mismo, leyendo las mismas cosas y teniendo que hacer las mismas traducciones.
RBTH: Pasaste 10 meses en Moscú como parte de tu curso. ¿Cómo te sentiste en Rusia?
Mary Hobson: Muy difícilmente me atrevía a abrir la boca, porque pensaba que lo hacía mal. Estuve alrededor de una semana así, casi sin hablar. Entonces me di cuenta que solo iba a estar 10 meses. Debería morir si no me comunicaba. Me tenía que arriesgar. Empecé a decir cosas. Dije cosas que no quería decir. Solamente decía cualquier cosa. La cosa más peligrosa era hacer chistes. La gente me miraba como si estuviera loca.
Odio decir esto, pero en 1991 el rublo colapsó y por primera vez en mi vida era una mujer rica. Compré alrededor de 200 libros en ruso, 10 “obras completas” de mis autores favoritos del siglo 19. Entonces apareció el problema de cómo iba a llevarlos a casa. 75 de ellos fueron llevados por un grupo de estudiantes de primaria que estaban de visita. Cada uno se llevó 3.
RBTH: Celebras tu 90 aniversario en julio ¿Cual es el secreto de tu longevidad? (Se refieren a julio de 2016, actualmente tiene 91 años)
Mary Hobson: Si no hubiera ido a la universidad, si hubiera dejado de estudiar ruso, no creo que hubiera vivido tanto. Mantiene tu mente y tu cuerpo activos. Afecta a todo. Aprender ruso me a dado una nueva vida. Un círculo nuevo de amigos, una nueva manera de vivir. Para mi fue la mayor apertura hacia una nueva vida.
Increíble lo de esta mujer. Espero que sirva de motivación para aquellas personas que se encuentran aprendiendo ruso, o para aquellas que creen que el ruso es demasiado difícil o que ya son demasiado mayores para empezar. ¡Nunca! ¡Hay que aprender de Mary!
Por cierto, no lo he comentado. Mary es traductora actualmente habiendo traducido varios libros y ganado el Griboedov y la medalla de Pushkin, entre otras cosas :).
Nos vemos en el siguiente post y en Instagram. ¡Adiós!
Jack.
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